Este semanario apareció en 1918 con este nombre como continuación de El Financiero Hispano - Americano, que a su vez había sucedido a El Economista Hispano - Americano, fundado en 1901. Se trata de una publicación especializada en asuntos económicos y monetarios de perfil político conservador que contaba con una amplia nómina de colaboradores y que dirigía el periodista y escritor económico José García Ceballos Teresi. La publicación, que empezó con 16 o 20 página por número, fue aumentando su paginación debido a la abundante publicidad que conseguía de todo tipo de industrias y negocios, lo que le permitía mantenerse pese a tratarse de un medio de audiencia restringida por su alto nivel de especialización. La vida económica de todas las provincias de España puede rastrearse en sus páginas. No sólo en las de información sino también en las dedicadas a anuncios, donde pueden verse fotografías de maquinaria y de operarios. Así, en un número de 100 páginas publicado el 30 de septiembre de 1921 hay un suplemento ampliamente ilustrado dedicado a la provincia de Alicante en el que, por ejemplo, puede verse en la página 79 a las trabajadoras de una fábrica de alpargatas. El semanario no sólo se ocupó la vida económica nacional sino también de la mundial. Contaba con sucursales en Nueva York y las principales capitales europeas, así como en La Habana y Caracas. Ceballos Teresi fue un prolífico autor de libros de temática económica y monetaria. Para hacerse una idea de su abundante producción basta con consultar el catálogo de la BNE, en el que se ven títulos como Historia Económica Financiera y Política de España en el siglo XX, en ocho tomos (1932); Libro del Ahorro, Las Cajas de Ahorros Benéficas de España (1929); Política y Economía, temas del momento (1934) con una fotografía del autor en portada; o Primo de Rivera, el providencialismo místico, con artículos publicados por El Financiero. En el número de 17 de abril de 1931, tras la proclamación de la República, el semanario incluyó un artículo en portada de su director en el que dejaba clara su actitud. Señalaba que había sido fiel a la Monarquía y creía en ella, pero que siguiendo la doctrina católica y las indicaciones del Papa León XIII acataba el poder constituido y colaboraría con el Gobierno republicano con el fin de que “la nación perdure a todo resguardo de una guerra civil”. En 1935 la publicación pasó a ser diaria, aunque no duraría mucho dado que acabó desapareciendo al inicio de la Guerra Civil. Sus talleres, en los que se imprimía el semanario Arriba, órgano de Falange Española, fueron incautados. Sólo cinco números pudo publicar el periódico tras la rebelión militar del 18 de julio de 1936. Entre las noticias sobre los acontecimientos bélicos, que era lógicamente la mayor preocupación del país, siguió dando información económica y reportajes curiosos como el que lleva por título “Cómo inventó Casanova la Lotería Nacional”, publicado el 24 de julio. El último número que posee la BNE, del 27 de julio de 1936 y quizá el último que se publicó, incluye un artículo de Ceballos Teresi en el que declaraba acatar y colaborar con la legalidad constituida. “En esta casa, en El Financiero, jamás hubo fascistas”, asegura. No le sirvió para salvar la vida. Quizá la cercanía con los falangistas por compartir talleres le perjudicó. Su nombre aparece entre los asesinados por el Frente Popular en Madrid, según la relación incluida en el libro Checas de Madrid, de César Vidal. [Descripción publicada el 7/2/2020]