Extraordinaria revista que da cuenta de la producción artística española - y también extranjera - en el campo de la música, el teatro, la pintura, la literatura, la poesía, la bibliofilia, el arte tipográfico o el escenográfico, a través de la crítica, la crónica, el ensayo, la traducción y el dibujo y el grabado, y que resulta prácticamente desconocida de la hemerografía española. Aunque forma un tomo con paginación continuada, sus 396 páginas suponen entregas de doce fascículos de 32 páginas cada uno que, casi con toda probabilidad, aparecieron con una periodicidad mensual de la madrileña Imprenta Clásica Española, durante el año 1916. Su estampación es de una gran pulcritud llevada a cabo a dos tintas y compuesta, generalmente, a una columna, con dibujos y grabados, pues su subtítulo es el de “revista ilustrada”. Además reproduce otras obras artísticas o facsímiles. Cada número está estructurado en las secciones de Crítica, Varia y Crónica. Se desconoce quien la dirigiera, pero a tenor de lo que se indica en su artículo de presentación, es fundada y editada por un grupo de críticos, apareciendo el historiador y catedrático Rafael Doménech y Gallisá (1874 - 1929) como uno de sus principales redactores, con estudios sobre la composición y decoración de la producción libresca o sobre la escenografía y coreografía. Entre los autores de sus ilustraciones aparece Francisco Pérez - Dolz (1887 - 1958), que firma la ilustración de la portada, así como Roberto Anning Bell, Walter Crane, Alberto Durero y W. Heath Robinson, entre otros. Entre las firmas de sus textos aparecen, entre otras muchas, las del crítico musical Enrique González Gomá (1889 - 1977), así como las de Álvaro Alfar, Emilio Alonso, Manuel Abril o la del músico Felipe Pedrell (1841 - 1922). Aparecen asimismo textos de Shelley, Allan Poe o Shakespeare, traducidos por Carlos G. Espresati; un epistolario de los pensadores anglosajones Carlyle y Emerson, traducido por Fernando Izquierdo; comentarios líricos a la obra de Juan Ramón Jiménez y de Rubén Darío, o crónicas de la Orquesta Filarmónica y del Orfeón donostiarra. También da cuenta del homenaje al pintor postimpresionista Hermenegildo Anglada Camarasa (1871 - 1959). Entre las firmas de sus textos aparecen también dos que denotan que son seudónimos: Eusebius y Oberón. Al comienzo del tomo incluye índices de artículos, autores e ilustradores.