La política de vivienda aplicada en Chile ha sido tremendamente exitosa en la disminución del déficit cuantitativo, sin embargo el impacto urbano y social de la enorme cantidad de viviendas entregadas en el Gran Santiago en los últimos 20 años ha transformado la ciudad y las condiciones de vida de quienes habitan en conjuntos de vivienda social. La vivienda social aparece como la unidad socio espacial de una nueva pobreza que redefine la precariedad a partir de tendencias al aislamiento de los pobres urbanos, se han generado enclaves de pobreza, donde la segregación residencial socioeconómica aparece como un signo de fragmentación urbana y de la manifestación espacial del aislamiento y la exclusión (Tironi 2003, Sabatini et al 2001, Katzman 2001). El aislamiento y la exclusión de quienes habitan en conjuntos de vivienda social socioeconómicamente segregada impactan negativamente en diversos aspectos de la vida cotidiana de los pobladores. En este contexto surge la pregunta por los mecanismos de integración social que conciben quienes habitan en estos conjuntos y desde esta perspectiva la organización y la participación de los pobladores en el quehacer comunitario adquiere relevancia. El espacio público del vecindario aparece como un escenario privilegiado para la organización y participación social, lo anterior determina la consolidación del capital social comunitario y la integración de las comunidades que allí habitan, lo que aparece como una meta para mejorar sus condiciones de vida. Sin embargo existen diversos factores que inciden en la posibilidad efectiva de las personas de organizarse y participar en el espacio público del barrio como mecanismo para generar organización social. Los factores relacionados con las externalidades negativas de la vivienda social en Chile, han sido pocos estudiados en términos generales a pesar de la gravedad, la masividad y del carácter estructural de sus efectos. Sin embargo se han desarrollado algunas investigaciones que permiten acercarse al problema de la vivienda social y las implicancias para la vida de sus habitantes. En esta línea de investigación SUR Corporación ha realizado un trabajo sistemático en el análisis sobre el fenómeno de la vivienda social que se plasma en la publicación del libro: Los techos, un desafío para la política de vivienda social publicado el año 2005, por otro lado Manuel Tironi desarrollo una investigación titulada: La nueva pobreza urbana: Vivienda y capital social, Santiago 1995 - 2001 publicado el año 2003, finalmente el área de estudios del ministerio de vivienda y urbanismo (MINVU) ha desarrollado investigaciones sobre la vivienda básica SERVIU y su relación con distintos indicadores, entre ellos el capital social, que es de relevancia como antecedentes para esta investigación. A partir de este escenario la investigación se adentro en la comprensión de la participación social en el espacio público como mecanismo de integración para quienes habitan en conjuntos de vivienda social socio económicamente segregados. Para alcanzar este objetivo se analizó el discurso de habitantes de villas de vivienda social socioeconómicamente segregada de cuatro comunas del gran Santiago