“Obra de divulgación de las maravillas del mundo por medio de la representación gráfica” es el subtítulo de esta publicación numerada, pero sin indicación de fecha, que consta de 78 cuadernos en un formato casi apaisado (21 x 28 cm) e impresos en papel cuché, generalmente, cada uno de una docena de páginas, sin foliación, y cuya colección la integran dos tomos. Es obra de la barcelonesa Casa Editorial Seguí y cada una de sus páginas contiene al menos dos fotografías en blanco y negro de la época con sus correspondientes pies, con una breve descripción textual. Cada entrega o cuaderno lleva una cubierta ocupada íntegramente por una ilustración, generalmente un dibujo firmado por R. Costa y a veces estampada con tintas de color. En cada cubierta indica también, por orden alfabético, los numerosos países de los cinco continentes a los que se referirán las fotografías que irá publicando, desde Abisinia a Venezuela. Estos fotograbados, de gran calidad y sin indicación de autor, son instantáneas de edificios singulares y monumentales, como catedrales, basílicas, iglesias, castillos, palacios, torres, teatros, ruinas arqueológicas, pirámides, plazas, avenidas, caminos y calles, jardines, mercados, salones o mezquitas, así como vistas parciales y aéreas de ciudades. Entre sus fotograbados se hallan también los relativos a parajes naturales, como glaciares, desiertos, montañas, lagos, ríos, bahías marítimas o pueblos y aldeas pintorescas, viviendas de indígenas o de grupos étnicos. El propósito de la obra –se indica en su presentación– fue dar a la estampa las grandes “bellezas y maravillas del mundo”, tanto naturales como creadas por la mano del hombre, entre ciudades de “ensueño”, paisajes únicos o tipos “exóticos”, por lo que recorrer sus páginas es como “emprender un viaje fantástico, a través de naciones, países y continentes… islas lejanas y paradisíacas… los monumentos cargados de gloria” de países como Italia, Alemania, Inglaterra o los del norte de Europa, o España mismo, con espacios como su aljama cordobesa, las sinagogas toledanas, el alcázar granadino o la colegiata leonesa, pero también de países de Oriente, como Egipto, la India, Ceilán, China, Japón, Filipinas, o de América, como Estados Unidos, México, Cuba, Perú, Brasil, o del norte de África y otros espacios de este continente.