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Registro 1 de 1 para la búsqueda tipo de materia Educación - - chile - - 2006 

Observándonos, Objetivándonos, Organizándonos. Sobre la articulación en la “Revolución pingüina”

Alvarez, Valentina
Le-bert, Juan

2008

  • Datos de edición Programa Cybertesis
  • Tipo de Documento Libro
  • Materia Antropología - - investigaciones
    Educación - - chile - - 2006
    Movimientos estudiantiles - - chile - - 2006
    Estudiantes secundarios - - chile - - 2006
  • Descripción
    A principios de Mayo de 2006, miles de estudiantes secundarios llenaron las calles de Santiago y regiones del país, demandando la gratuidad de la PSU, el pase y el pasaje escolar y exigiendo mayor cantidad de becas alimenticias. Desde las masivas movilizaciones secundarias del 2001, sostenidamente se habían dado procesos movilizatorios de los estudiantes secundarios - ...
    A principios de Mayo de 2006, miles de estudiantes secundarios llenaron las calles de Santiago y regiones del país, demandando la gratuidad de la PSU, el pase y el pasaje escolar y exigiendo mayor cantidad de becas alimenticias. Desde las masivas movilizaciones secundarias del 2001, sostenidamente se habían dado procesos movilizatorios de los estudiantes secundarios - de forma desorganizada y desarticulada entre distintas organizaciones políticas - en torno a estas demandas gremiales, obteniendo mayores o menores logros y siempre marcadas por la violencia. Las marchas en Santiago y regiones, esta vez, tuvieron excelente convocatoria, con más de 10.000 estudiantes en las calles de Santiago. Los desórdenes y destrozos, junto a la gran cantidad de detenidos - llegaron a ser casi mil doscientos en todo Chile - con que estas finalizaban, provocaron el cese de las conversaciones que sostenían con el ministerio. En ese entonces, nadie, ni los que seguíamos el conflicto por la televisión, ni los mismos estudiantes, auguraba la magnitud que adquiriría este conflicto, formado en ese entonces por un sector minoritario. En Santiago, estos se reducían a los llamados colegios emblemáticos y los liceos municipales, la mayoría del centro, y uno que otro de comunas como Recoleta, La Cisterna y Puente Alto. Pero los estudiantes decidieron cambiar de estrategia. Ante el descontrol en las calles, pasaron a tomarse los colegios, terminando con la violencia a la par que aumentaban las medidas de presión. Y por más que el ministro de educación de ese entonces seguía negándose a conversar con ellos, tuvo que ceder ante la inesperada proliferación de colegios en toma o paro. En Santiago y en todo el país, en el lapso de una semana y media, la movilización comenzó a extenderse por vastos y distintos territorios: desde el centro a las periferias de sectores populares, desde estos a los sectores acomodados en colegios de renombre, de la ciudad a los sectores rurales de nuestro país. Los chilenos quedamos sorprendidos. No estábamos acostumbrados a movilizaciones masivas, luego de una transición marcada por la apatía política y la particularidad de de los movimientos sociales. Y aunque en los últimos años comenzaron a observarse nuevas formas de acción colectiva, este fenómeno presentaba muchos elementos nuevos. Una orgánica novedosa y transversal basada en mecanismos de decisiones desde las bases, expresado en la ausencia de una o un presidente, reemplazado por la desconocida figura del “vocero”. Las asambleas convocaban a un diversidad social, cultural y política: Comunistas, concertacionistas, independientes, junto con jóvenes militantes aliancistas, cuicos, pobres, pokemones, punkies y pelolais juntos en una misma causa. Y cuando las demandas gremiales dieron paso a la expresión de las históricas demandas de fondo encarnadas en la derogación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), que cuestionaba el modelo económico, los jóvenes demostraron seriedad, reflexión, madurez y valentía, lo que impresionó más aún a la sociedad. Porque los protagonistas eran esos mismos jóvenes que hace un par de años parecían no estar “ni ahí”, aquellos que se suponían perdidos en el carrete y el consumo, los mismos, quienes fueron capaces de poner en el tapete la vergonzosa realidad del sistema educacional por todos conocida pero que nadie se atrevía a decir: que la educación reproduce las desigualdades sociales que vienen de cuna. La movilización fue un verdadero remezón en el país y no por nada se le dio el nombre de “Revolución Pingüina”, conocida a nivel internacional. “Revolución” por la profundidad de sus demandas y su impacto social y “pingüina”, porque así se denomina a los estudiantes secundarios por el gris uniforme escolar. Este fenómeno, sentó nuevas bases para pensar y hablar de problemáticas contingentes, expresado en las miles de páginas dedicadas al movimiento, tanto en el ámbito periodístico, académico como político. Pero de lo mucho que se ha hablado y escrito sobre la Revolución Pingüina algunas refieren a la discusión política; la importancia, ganancia o fracaso del movimiento; a las problemáticas de la educación; de los malestares y sentidos que la gatillan a la luz del estado actual de los procesos sociales; de los índices de bienestar en Chile, entre otras perspectivas. Sin embargo, no existen investigaciones que tomen en cuenta la experiencia y los significados que los propios actores relatan como fundamentales de la movilización, en el contexto de su vida cotidiana. Por ello, la investigación que aquí se presenta, tuvo como objetivo desentrañar el proceso de articulación de la diversidad social y cultural presentes en un movimiento unitario, considerando sus elementos materiales y simbólicos. Los objetivos específicos establecidos fueron: • Caracterizar las instancias de organización y reconocimiento entre los participantes. • Desentrañar las categorías que sus propios participantes reconocen como significativas para la constitución de los diversos actores al interior del movimiento • Describir a los diversos actores en relación a sus objetivos, su experiencia particular y la significación que dan a esta. • Y por último explicitar las significaciones, tradicionales o emergentes, a partir de las cuales los individuos y los diversos actores construyen una identidad colectiva
  • Identificador 12520