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Obligaciones de los Estados en los Tratados Internacionales sobre Terrorismo

Sierra San Martín, María Consuelo
Infante Caffi, María Teresa

2005

  • Datos de edición Programa Cybertesis
  • Tipo de Documento Libro
  • Materia Terrorismo - - aspectos jurídicos
    Derecho internacional público
    Actividades subversivas - - aspectos juridicos
    Extradición
    Acuerdos internacionales
    Responsabilidad del estado derecho internacional
  • Descripción
    Muchos creyeron ver en la caída del Muro de Berlín y el derrumbe de del bloque soviético el fin de la Guerra Fría y el comienzo de una era de paz, en donde la humanidad podría comenzar a transitar por nuevos rumbos, sin la amenaza constante de que el accionar de un botón pusiera fin de una vez y para siempre a la historia del mundo. De hecho hay quienes llegaron a afirmar que con eso se daba “fin a la historia”, que ya no habría nada má ...
    Muchos creyeron ver en la caída del Muro de Berlín y el derrumbe de del bloque soviético el fin de la Guerra Fría y el comienzo de una era de paz, en donde la humanidad podría comenzar a transitar por nuevos rumbos, sin la amenaza constante de que el accionar de un botón pusiera fin de una vez y para siempre a la historia del mundo. De hecho hay quienes llegaron a afirmar que con eso se daba “fin a la historia”, que ya no habría nada más, un bloque había triunfado y el mundo comenzaría a transitar en adelante en un solo sentido. Más, no habría que esperar muchos años a que la aparición de un nuevo peligro hiciera aparición con una fuerza y crueldad inusitadas. Pocos podrán olvidar aquella mañana del 11 de septiembre del 2001, cuando el planeta asistió por primera vez en vivo y en directo, a uno de los atentados terroristas más cruentos de la historia. Dos aviones se estrellaban contra las Torres Gemelas en Nueva York, símbolo de uno de los Estados económica y militarmente más poderosos del mundo. Muchos no podían creer los que veían sus ojos, mientras los dos gigantes de hierro y cemento se venían al suelo, como si de una torre de naipes se tratara. Aquel día algo cambió. No cabe duda que el terrorismo no es un fenómeno nuevo en la historia. Ya en la antigüedad es posible encontrar ejemplos de organizaciones que asesinaban a mansalva, tomaban rehenes o diezmaban poblaciones enteras para conseguir sus objetivos. Sin embargo, nunca los grupos terroristas habían sido tan poderosos como lo son hoy, y nunca había existido la posibilidad cierta de que un grupo muy pequeño tuviera los recursos suficientes para poner en peligro la existencia de la humanidad toda. Luego del fin del dominio comunista en áreas del mundo, hicieron su entrada en escena un sinnúmero de organizaciones, grupos y grupúsculos que por largo tiempo permanecieron dormidos. Estos vinieron a levantar las banderas de los más variados fundamentalismos, religiosos, políticos, nacionalistas, y demostraron que para alcanzar sus objetivos estaban dispuestos a todo, incluso a dar la vida, y al mismo tiempo a tomar la de millares de inocentes. Frente a este panorama la comunidad internacional comenzado a preguntarse qué hacer frente a este flagelo y, cuáles medidas son las más adecuadas para enfrentarlo. Un sector, encabezados por el gigante herido de América del Norte, decidió tomar el camino de las armas, y se lanzó a una lucha sangrienta, que ya ha cobrado miles de víctimas, sin que aún se obtengan resultados realmente concretos. Al menos el que es sindicado como enemigo número uno del imperio americano sigue libre, y cada cierto tiempo aparece para hacer más amenazas y seguir sembrando el terror no sólo en los habitantes del país del norte, sino en todo el planeta; si no baste recordar el sangriento atentado en la estación de Atocha en Madrid, España, hace sólo un año, cual también fue realizado por un grupo vinculado al gran perseguido: Osama Bin Ladem. Otro sector, más mesurado, ha visto en el Derecho y la acción conjunta de los Estados a través de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, la forma de enfrentar al terrorismo y derrotarlo. Estos desde el día mismo de los atentados se han avocado al estudio de nuevos y mejores instrumentos internacionales que sirvan de herramienta en esta larga y cruenta lucha que será necesario llevar adelante. Es una postura que compartimos, en cuanto creemos que la violencia combatida con violencia solo puede dar un fruto: más violencia, más muerte, más odio y destrucción. Es por ello que hemos querido dedicar esta memoria al estudio de la actual normativa que se ha dado el mundo para hacer frente en el ámbito internacional del terrorismo. Hoy en día los terroristas no se encuentran solos y aislados en algún rincón del mundo. Ellos se organizan, se comunican, colaboran los distintos grupos entre sí, y de esta forma logran provocar cada vez más terror entre las personas. Es por eso que pensamos que los países también deben juntarse y coordinarse, porque está demostrado que una nación o un grupo de naciones que pelea solo contra el terrorismo, está destinado al fracaso. Las páginas que siguen están dedicadas al estudio de todos los instrumentos actualmente existentes en la lucha contra el terrorismo, incluido uno que ha visto la luz hace sólo unos días, y que penaliza el que puede llegar a ser el delito más salvaje de todos: el terrorismo nuclear. En la primera parte de esta memoria expondremos lo que el terrorismo es, su concepto y características. También expondremos las obligaciones generales que le competen a los Estados en virtud de los instrumentos hoy día existentes. En la segunda parte analizaremos detalladamente todos y cada uno de los Convenios que rigen esta materia, exponiendo en cada caso las obligaciones que adquieren los Estados al suscribir estos tratados. Finalmente, analizaremos las manifestaciones especiales que adquiere la extradición en el ámbito de los delitos terroristas, los preceptos especiales que la rigen y señalaremos por qué estos delitos deben diferenciarse de los delitos comunes, así como de los delitos políticos
  • Identificador 8839