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Registro 1 de 1 para la búsqueda Institución Biblioteca Nacional de Argentina Y tipo de materia Iglesias 

Cucaño y la intervención en la Iglesia / por Guillermo Giampietro
La Biblioteca: revista fundada por Paul Groussac

Giampietro, Guillermo

  • Tipo de Documento Libro
  • Materia Cucaño
    Arte argentino
    Iglesias
  • Descripción Este artículo forma parte de la sección "Estéticas".
    Disponible también en línea en formato pdf.
  • Identificador 001352321
  • CDU 7(82):726.54
  • Resumen Las imágenes que nos hemos formado acerca de la última dictadura suelen venir acompañadas por la idea de que allí sólo se vivía en condiciones de padecimiento colectivo. Esa imagen, que hace justicia, de algún modo a la tragedia que se intenta narrar, nos impide encontrar pequeñas resistencias, actos de sabotaje, en este caso dentro del campo artístico, que bien pasan inadvertidos o bien forman parte de las mitologías épicas. Cucaño fue un colectivo de arte experimental que se desempeñó entre los años 1979 y 1983 en la ciudad de Rosario. Sus intervenciones proponían acciones dramáticas, pequeños actos sin postular un sentido a priori ni tampoco denunciar su carácter de artificio. Eran formas de afirmación de las potencias, sin constituir mediaciones representativas. Su temporalidad no estaba marcada por ningún tipo de requisito formal, sino por las propias condiciones de producción, pudiendo ser efímeras “interposiciones” o extenderse sin límites precisos. Su evento más resonante y mítico se llevó a cabo en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, un domingo por la mañana durante la misa. La rareza del episodio consistió en que se propuso no dejar marcas para posibles registros posteriores. Una acción que tenía como propósito despojar el cuerpo de los fieles de las raíces históricas de la sumisión teológica que convierte la vivencia corporal en culpa interiorizada, para liberar las potencialidades de “mendigos, santos y locos”, víctimas de la “corrupción divina”. La leyenda de estos episodios, narrada aquí por Guillermo Giampietro –partícipe de la experiencia–, sigue exudando un halo de misterio.